Los "secretos" de Fukushima (II)




La catástrofe de Fukushima comenzó para sus trabajadores antes del estallido, cuyas consecuencias siguen sin poder estimarse porque la fuga radioactiva no se contiene y sus efectos sobre los seres humanos y el medio ambiente son acumulativos. Como se acumulan en las últimas semanas las denuncias sobre el carácter criminal de la gestión capitalista de la industria nuclear a nivel planetario, jaqueada por la crisis mundial.





Las condiciones de trabajo en Fukushima eran y son simplemente "terribles", según acaba de calificarlas el corresponsal del New York Times en un informe reciente (9/4). Y no es sólo Fukushima: en toda la industria nuclear japonesa revista una "subclase de jornaleros que trabajan por un sueldo más bajo, tienen menos seguridad laboral y reciben menos prestaciones", consagrados a una labor en la cual arriesgan su vida. Medio centenar de ex empleados de Fukushima han tenido que retirarse en los últimos años luego de haber desarrollado diversos tipos de cáncer. Los expertos en salud señalan que son muchos más los trabajadores que experimentan problemas de salud como resultado de su trabajo, cosa que con frecuencia es difícil demostrar. La precarización laboral en esta industria de punta del "primer mundo" es peor que "tercermundista": de aproximadamente 83.000 trabajadores en las 18 plantas de energía nuclear comercial en Japón, el 88 por ciento estaba sujeto a contratos temporales anuales, según un informe del año pasado. En Fukushima, el 89 por ciento de los más de 10.000 empleados eran subcontratados. ¡El paraíso de la "tercerización", otra que Ugofe!


La superexplotación capitalista de los "miles de jornaleros temporales no capacitados (sic)" que durante años se han hecho cargo del trabajo peligroso en las plantas nucleares, "no sólo ha puesto en peligro la salud de estos trabajadores sino que ha socavado la seguridad en los 55 reactores nucleares de Japón" (ídem). Y no es novedad: en setiembre de 1999, en la planta de enriquecimiento de Tokaimura, tres operarios sin preparación hicieron que comenzara la reacción en cadena en una planta de enriquecimiento de uranio, algo impensable, según registra otro informe del diario español El País. Cuando voceros del régimen japonés nos decían que a diferencia de Chernobil, donde el desastre se debió a un "error humano" por impericia en el manejo de la usina, en Japón nada de esto podía suceder, estaban entonces macaneando a sabiendas.


Pero hay mucho más macaneo porque, además de todo el mal diseño de la planta de Fukushima, es la que contenía el potencial explosivo que detonó el terremoto. Un experto en ingeniería nuclear, Yoichi Kikuchi, acaba de denunciar que numerosas plantas nucleares de Japón están funcionando en condiciones de seguridad inaceptables en "un juego peligroso para eludir controles de las agencias oficiales e incrementar sus beneficios" (www. nakedcapitalism. com). Desde la década del '80 del siglo pasado existen denuncias en los Estados Unidos sobre los defectos de construcción en los sistemas de seguridad en Fukushima. Esto incluye barbaridades como la construcción de los tanques de combustible que refrigeran el núcleo de la planta a nivel del mar, en el país que ha hecho conocer al planeta el fenómeno de los "tsunami". Fue el colapso del sistema de refrigeración precisamente el punto de partida de la tragedia actual.


La falta de mantenimiento (¡para ahorrar costos!) y el envejecimiento de las construcciones se han convertido en una amenaza generalizada. En los informes de especialistas en Internet y en numerosos blogs se multiplican las denuncias sobre la complicidad con esta situación de los organismos de control de la industria nuclear yanqui, estrechamente vinculada a la japonesa: la estadounidense General Electric está asociada a Tepco, la propietaria privada de Fukushima.


La crisis capitalista ha metido su propia cola en este asunto porque ha acentuado la competencia entre los diversos capitales asociados a este negocio. Por eso los representantes de la Unión Europea salieron antes que nadie a denunciar el "apocalipsis" japonés. La francesa Areva es la mayor empresa de ingeniería nuclear del mundo y ha salido a tallar contra sus competidoras. En Estados Unidos, en cambio, la obsolescencia de numerosas usinas está jaqueando el negocio de un sector que tiene el planeta entero como terreno de pelea para sus igualmente enormes inversiones.


La gestión capitalista, la super-explotación del trabajo, la competencia feroz en un cuadro de quebranto industrial generalizado han transformado a la delicada industria atómica y su energía limpia (en relación con la derivada de los combustibles no renovables) en una mugre explosiva para la humanidad.



Pablo Rieznik


El domingo 10 de abril, como parte del plan de lucha de la Asamblea Ambiental de Luján, se realizó un acto de repudio contra la criminalización de la lucha en defensa del medio ambiente. Los procesamientos afectan a seis vecinos (dos de los cuales son compañeros del PO) por el corte de ruta, en febrero de 2010, en rechazo al otorgamiento del certificado de aptitud ambiental (por parte de la OPDS bonaerense) a la contaminadora Curtarsa. Más de un centenar de vecinos y organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y sindicales se congregaron en la Plaza Colón, frente al municipio.



Allí se leyeron numerosas adhesiones de personalidades y organizaciones de todo el país, saludando y apoyando la lucha de la Asamblea de Luján. Hicieron uso de la palabra tres integrantes de la asamblea (Santiago Deschustter, Dino Viotto y Laura Olivares), la Alucec, el Centro de Veteranos de Malvinas, el Hogar Ruca Hueney, el titular del Suteba Luján, Sergio Correa y, por el Partido Obrero, Gastón Fernández.


En la intervención del PO se destacó -en las narices del municipio- la lucha del Polo Obrero la semana pasada por trabajo y vivienda -cuya respuesta por parte de la intendenta Rosso fue sólo la provocación de la Policía Bonaerense- y se ligó estas reivindicaciones con la situación ambiental del distrito, cuyo foco de contaminación no es sólo Curtarsa, sino también el basural, las cloacas, etc. Se reafirmó así que Rosso es una garante de los intereses inmobiliarios y los contaminadores locales. Se señaló, a su vez, que esta criminalización no se da en un contexto aislado; se citó el ejemplo de la lucha de los activistas de Greenpeace junto a los pobladores en las cercanías de la mina Veladero en San Juan, regenteado por la Barrick Gold con la anuencia del gobierno nacional de Cristina y el provincial de Gioja. Luego se mencionó la critica situación de los trabajadores de Curtarsa: son 400 los obreros que están suspendidos desde hace tiempo y la patronal, con la complicidad de la burocracia del cuero y los Estados provincial y municipal, no da respuesta. Se remarcó que está más vigente que nunca el principio de unidad obrero-vecinal para terminar de una vez con el saqueo ambiental y laboral.


El acto es un paso más en la lucha contra los procesamientos. El 4 de mayo, en Mercedes, citan a nuestros dos compañeros juntos. Seguramente realizaremos una campaña con pronunciamientos, acciones y en los medios de comunicación para armar una gran jornada ese día.


Más que nunca: ¡retiro inmediato de las causas judiciales a los seis vecinos luchadores por el medio ambiente!


¡Unidad obrero-ambiental!



Gastón F.

No sólo las plantas nucleares son obsoletas



Semanas antes del terremoto y tsunami, las agencias repetían la noticia que Japón había sido superado por China como segunda economía mundial. La recesión en Japón, iniciada con la crisis de la propiedad inmueble y el hundimiento de su bolsa en 1989, se cruza con el crecimiento a tasas alta de la economía china.

El retroceso de Japón fue acentuado por la suba del yen y las dificultades para exportar. Pero también la calidad de sus productos está en declive. Se revela en los reclamos sin precedentes a Toyota por vehículos con fallas y defectos. El presidente de la empresa tuvo que dar explicaciones en el Congreso de Estados Unidos. Hasta mayo de 2010, esas fallas produjeron 89 muertes. El gobierno de Estados Unidos la penalizó con la mayor multa a una empresa, por 16,4 millones de dólares, que la empresa no apeló.


Obsolescencia nuclear


En diciembre de 2008, la Agencia Internacional de Energía Atómica (Iaea) decía que "las reglas de seguridad están desactualizadas", lo que produciría "serios problemas para las estaciones nucleares de energía" ante un fuerte terremoto. La planta de Fukushima está diseñada para "soportar terremotos de magnitud 7.0", según revelaciones de cables de WikiLeaks; el terremoto del 11 de marzo fue de magnitud 9.0.


La planta accidentada, fabricada y operada por Tepco comenzó a operar en marzo de 1971 con tecnología del '50 y debía salir de funcionamiento en febrero de 2011, semanas antes del accidente, según las autoridades japonesas (http://en.wikipedia.org/wiki/Fukushima_I_Nuclear_Power_Plant ).


El "gobierno japonés se opuso al cierre de otras plantas nucleares en el oeste de Japón" que presentaban riesgo ante terremotos. En la Agencia de Seguridad Nuclear Japonesa (JNISA), "creían que los reactores eran suficientemente seguros y los análisis de seguridad eran apropiadamente conducidos" (Daily Telegraph, 15/3).


The Guardian hace referencia a un incidente de Kushiwazaki, un reactor en el noroeste de Japón, donde, un terremoto de escala 6.8, el 16 de julio de 2007, produjo un incendio de dos horas y permitió contaminación radiactiva de agua filtrada de la planta. Los ministros japoneses ignoraron advertencias sobre los reactores nucleares", dice en el titular (12/3).


Revisión total


Japón tiene 54 reactores nucleares -más de la décima parte del total mundial- establecidos en una zona geológicamente inestable y con alta densidad de población. "Obviamente -dice un experto-, Japón tendrá que repensar todo" (Daily Telegraph, 19/3).


Al gobierno y los expertos japoneses les cabe toda la responsabilidad de lo sucedido, no ha sido un "accidente", ha sido negligencia criminal. Ya se han detectado "trazos de radiación de la planta de Japón dañada (en Estados Unidos) desde California hasta Massachusetts, llevada a través del Pacífico, por ríos o el viento. Funcionarios dicen que no hay riesgo para la salud pública". También se han detectado "trazas de radiación en Canadá, Corea del Sur, China y Alemania" (Wall Street Journal, 29/3).


"La canciller Angela Merkel ha dicho que cerrará siete de las 17 plantas nucleares". El argumento es su obsolescencia, ya que son anteriores a 1980. Y ha dejado un alerta sobre la vetustez de todo el parque nuclear mundial (Daily Telegraph, 19/3).


Es uno de los sectores, a nivel mundial, donde no hay inversiones suficientes para renovar las plantas. El número de reactores en construcción es inferior a los que ingresan a la vejez. Están en construcción 65 reactores, 27 de los cuales están en China, cuyo gobierno dice que paralizó todos los proyectos. La agencia atómica del Reino Unido ha dicho que hay que esperar a las nuevas reglas que emergerán luego de la catástrofe de Yukushima (Daily Telegraph, 23/3).


Los reactores en actividad que tienen más de 30 años, son 154 y representan el 35% del total; y con 25 años hay funcionando 304 (69% del total) y no hay proyectos para renovarlos (www.world-nuclear.org).


Un cable de la CNN titula: "La mitad de los reactores de Estados Unidos tienen más de 30 años". En Estados Unidos, el 20% de la electricidad se genera en plantas nucleares".
Hay 440 reactores nucleares operando en 30 países, con una capacidad combinada de 376 GWe. En 2009 proveyeron 15% de la electricidad mundial (
www.world-nuclear.org).


Por casa


Un editorial del New York Times dice que: "El tipo de reactor usado en la planta de Fukushima -hecho por General Electric, conocido como Mark 1, un reactor de agua en ebullición- es largamente conocido por su débil sistema de contención" (¡!). Esto explica por qué la contaminación radiactiva alcanzó niveles tan altos y se extendió a miles de kilómetros de Fukushima. El comentario recomienda revisar las plantas nucleares en California, construidas en una "zona sísmica", la falla de San Andrés.


El presidente de Francia, cuyo país es provisto en un 75% por energía nuclear, anunció que "todas las plantas nucleares tendrán una revisión", aunque será "voluntaria".


Radiación y petróleo


Hace un año, British Petroleum y Deepwater Horizont, Halliburton y Transocean produjeron en el Golfo de México el mayor derrame de petróleo de la historia; fue un acto de negligencia para bajar costos. Anadarko acusó a BP de "groseramente negligente"; se usaron malos materiales en la perforación. Halliburton proveyó cemento de baja calidad para sellar el pozo y el gobierno no tenía capacidad ni tecnología para controlar la extracción, dice The Economist en "Marea negra y abogados manchados" (2/11/10).


Tepco, la empresa propietaria de la planta de Fukushima- está quebrada. No tiene fondos para hacer frente al desastre ecológico y humanitario que ha provocado. Luego de distribuir dividendos por producir "energía barata", ahora el gobierno de Japón le dará fondos para enfrentar la tragedia.


Las nuevas plantas en proyecto, su rediseño ante el accidente de Fukushima, con nuevas normas de seguridad estarán en el debate. Los inversores privados se alejaran de todos los proyectos luego de este accidente y los gobiernos deberán cargar con el financiamiento de los proyectos en curso. El uso de "energías alternativas" tendrá un nuevo impulso. Un experto comenta que: "La mayoría de las plantas nucleares en países desarrollados, incluido Japón, fue construida hace 30-40 años y están cerca del fin de su vida útil". Los verdes tendrán quiénes financien sus proyectos (Financial Times, 27/3).


Japón se respaldó en la producción de energía (recordemos que estamos hablando de la tercera economía mundial) en plantas obsoletas administradas por Tepco, hoy técnicamente quebrada, cuando otras alternativas de producción de energía están al alcance de la mano. La energía geotérmica y eólica. Las acciones de Tepco cayeron a un cuarto de su precio antes del "accidente". Japón, sin embargo, está situado en un colchón de lava volcánica, el "Círculo de fuego", que tiene 108 volcanes en actividad que pueden proveer energía para calefacción de los hogares, para descongelar las carreteras, etc. Y con menos contaminación.


Pero antes de que se produzca un cambio, la demanda de petróleo producirá nuevas tensiones en el "mercado del crudo", mientras las revoluciones árabes reducen la oferta. La demanda en el corto plazo puede incrementarse y producir subas en sus precios, de un ingrediente inflacionario en la economía mundial.


"Efecto monetario" de la reconstrucción de Japón


Luego del terremoto, la moneda japonesa -el yen- se valorizó, pero mucho menos que cuando el terremoto de Kobe (1995). En aquella subió 25% en pocas semanas, la repatriación de fondos para la reconstrucción y el desarme de posiciones apalancadas llamadas "carry trade", que consisten en endeudarse en yenes y poner el dinero a tasas mayores en el extranjero, el desarme de estas posiciones pueden generar "caídas" como el viernes (1º/4) en su cotización. El G7 esperó el mismo fenómeno de "Kobe" y puso a actuar "toda su artillería", pero no fue necesario el yen; luego de un "fortalecimiento" inicial, se "devaluó" frente al dólar y ahora cotiza a menor valor que el momento del terremoto-tsunami.


¿Un cambio de tendencia?, analistas dicen que con una deuda de 250% del producto bruto, la moneda japonesa puede comenzar una declinación. Si esto sucede, un nuevo ingrediente se colará en la "guerra monetaria", coches japoneses, memorias de computadoras, productos electrónicos de bajo costo pueden inundar el mercado mundial. Y al interior de Japón, las importaciones para la reconstrucción y la mayor dependencia de combustibles fósiles agregarán inflación.



Nicolás Roveri

MARCHA DEL 12 A LAS 12: JORNADA NACIONAL DE LUCHA AMBIENTAL CONTRA EL SAQUEO Y LA DEPREDACIÓN CAPITALISTA

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