La contaminación de la cuenca Matanza-Riachuelo se acaba de cargar a otro funcionario. El vertido de residuos continúa en el más completo descontrol: no hubo avance "en ninguno de los puntos del plan de reducción de descarga de residuos industriales" (Ambito, 30/12). La Autoridad de la Cuenca (Acumar), integrada junto a los gobiernos de Scioli y de Macri, estuvo mirando para otro lado porque los contaminadores "son fuertes y habituales aportantes a las campañas políticas locales, provinciales y nacionales" (ídem). En otras palabras: la limpieza del Riachuelo le fue encomendada a los agentes políticos de los contaminadores, de allí el fracaso. La construcción de plantas de reciclado de residuos sólidos urbanos choca con intereses de los basureros clandestinos, otro botín de los punteros municipales. Los contratos de basura, cuyo monto crece con el peso transportado, engordan los bolsillos de Covelia, la empresa de Moyano.
Bibiloni, el despedido secretario de Ambiente, se había desempeñado en la federación de municipios bonaerenses. El nuevo secretario, Mussi, es, él mismo, uno de los barones del conurbano. Como se ve, el gallinero sigue en manos de los zorros.
Pero entonces, ¿qué es lo que forzó el recambio de funcionarios? Ocurre que el Banco Mundial ha bloqueado un crédito de 3.300 millones de dólares para obras vinculadas con la limpieza del río y desagües cloacales, bloqueando la posibilidad de jugosos contratos ya pactados entre De Vido y la patria contratista local. La construcción de una planta de "pretratamiento" cloacal y un emisario (conducto) sólo trasladarían los residuos cloacales del Riachuelo al Río de la Plata.
Desalojos
De todos modos, la nueva gestión no arrancará con un ataque a los contaminadores industriales. El juez que interviene en la cuestión de la cuenca le dio a Mussi un mes de plazo para desalojar a "todas las viviendas precarias y asentamientos que están a la vera del Riachuelo" (Clarín, 30/12). Se trata de más de un millar de familias -sin contar el cuestionamiento más general del juez a la Villa 21-24, cuyas viviendas llegan hasta el margen del Riachuelo. El desalojo perentorio está ordenado sin que exista anuncio alguno acerca de viviendas alternativas para esas familias. Así, los sin techo reciben el ultimátum que jamás se les aplicó a los capitalistas contaminadores. Detrás de esta medida, la Acumar y la Justicia dejan ver que la "limpieza" de la cuenca es una ruta de los intereses inmobiliarios. La asociación civil "Basta de Demoler" ha denunciado que el nuevo diseño del puente Huergo -una de las obras ordenadas por Acumar- "sólo sirve para desarrollos inmobiliarios en los bordes del Riachuelo", que apunta a repetir a "Puerto Madero con miras a sus viviendas de 5.000 dólares por metro cuadrado".
Las "intervenciones ambientales" de Acumar, desde Dock Sud (Villa Inflamable) a Quilmes, son linderas con el "proyecto Techint", el cual prevé la privatización de centenares de hectáreas vírgenes a pocos kilómetros de la Capital con fines inmobiliarios.
Como intendente de Berazategui, el nuevo secretario Mussi aceitó vínculos con todos los intereses que disputarán el "ordenamiento" de la cuenca: al tiempo que habilitó a la subestación contaminante de Edesur, hizo de su municipio una meca de los barrios privados. A Mussi, los "nacionales y populares" le han encomendado arreglar con los contaminadores, los pulpos inmobiliarios y la patria contratista. En definitiva: es el mismo encargo que María Julia recibió de Menem.
La "limpieza" del Riachuelo está condicionada a los planes del Banco Mundial y a los intereses de Techint.
Es necesario convocar a una asamblea de pobladores de barrios y villas para que la limpieza del Riachuelo vaya acompañada por la urbanización de las barriadas y por un acelerado plan de construcción de viviendas sociales en la ribera.
Marcelo Ramal