A partir de la sanción de la ley de Ordenamiento Territorial, las comunidades originarias de la provincia conquistaron un fallo de la Corte Suprema que suspendía los desmontes y la explotación maderera en cuatro departamentos, y exigía al gobierno la presentación de un estudio de impacto ambiental acumulativo.
Sin embargo, varias de estas comunidades denunciaron que la tala nunca se detuvo, y la absoluta falta de controles.
Mientras tanto, y con la excusa de defender los puestos de trabajo, las patronales de la madera con el sojero Olmedo (candidato romerista) a la cabeza ganaron la calle en Tartagal y Orán para pedir subsidios, exenciones impositivas y créditos blandos.
Inmediatamente, Urtubey habilitó la extracción de madera aduciendo un acuerdo con la Corte. La propia Corte intimó días después a la provincia para que presente el informe. Sin embargo la tala continuaba.
A pesar de todas las violaciones que del gobierno, la Corte terminó rechazando un planteo de las comunidades que pedía la suspensión de las resoluciones que habilitaban la tala. Argumentó que existe una diferencia entre el desmonte y la explotación maderera. Con este argumento permiten la tala indiscriminada sin ningún tipo de control.
Urtubey y la Corte pavimentan el camino de los depredadores como Olmedo, que quieren que se habilite el desmonte en toda la provincia. Para ello han organizado unas jornadas sobre “Justicia y Ambiente” cuyo invitado principal fue el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti.
Como se ve, el gobernador y la Corte están a pleno con los reclamos de los sojeros.

Pablo López

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