Cristina ningunea la Ley de Glaciares

Pasaron más de 90 días y Cristina dejó sin reglamentar la ley de glaciares. En lugar de vetarla como hizo en 2008, la cajoneó para no aplicarla. Tampoco proveyó de fondos para el inventario de glaciares. Como adelantamos cuando se aprobó la ley en octubre y Cristina no la vetó, la postura del gobierno a favor de los pulpos mineros no cambió, sólo se volvió más hipócrita.

Las autoridades encargadas de elaborar la reglamentación de la ley, las secretarías de Minería y de Medio Ambiente, fueron dos activos lobbistas a favor de los pulpos y contra la ley. ¿Alguno se puede asombrar que la reglamentación no avance? El cambio de Bibiloni por Mussi sólo cambió a uno de los zorros que cuidan el gallinero.

Catamarca

El propio secretario de Minería se mandó un raid por Andalgalá en Catamarca, a mediados de enero. Fue en nombre de los pulpos mineros Alumbrera y Agua Rica a inaugurar un lavadero industrial "donado" por los pulpos (que permitiría que alguna decena de trabajadores lave la ropa de Alumbrera). Es que está fresca la gigantesca movilización popular de febrero del año pasado en Andalgalá que arrancó la suspensión de las tareas de Agua Rica.

El secretario de Minería fue a Andalgalá acompañado de la candidata kirchnerista, Corpacci, para que no queden dudas de su alineamiento con los pulpos. Corpacci también había asistido en diciembre a la Casa de Gobierno para firmar en nombre de la provincia el Pacto Social en defensa de la minería. Allí, Cristina se jugó a fondo, preanunciando para quien quisiera verlo que no pensaba aplicar la ley de glaciares.

Radicales

Los diputados y senadores radicales por Catamarca actuaron a fondo con el lobby minero contra la ley de glaciares en ambas cámaras y Brizuela se alineó en la estrategia marcada desde la secretaría nacional de minería y de la cámara de empresarios mineros de que cada provincia elabore su propia ley provincial de "protección de glaciares", es decir de vía libre a los pulpos.
No es casual que un radical haya sido nombrado primero por Néstor y después por Cristina Kirchner para presidir el Ymad, la empresa minera que explota Farallón Negro y es socia menor de Alumbrera y lo piensa ser de Agua Rica. Y que desde ese lugar haya alcanzado la presidencia de la Cámara de empresarios mineros.

Las peleas mediáticas de Brizuela y Corpacci, en 2007 integrantes de la misma fórmula, son para la tribuna. Se disputan las migajas que dejan los pulpos mineros en su saqueo del patrimonio nacional.

Miguel Gómez